En esta clase de apertura del curso “Elaboraciones
Psicoanalíticas sobre la Adolescencia” del año 2016 que se dicta en el Servicio
de Salud Mental del Hospital Álvarez , cito a Freud cuando en una conferencia
de Prensa le preguntaron porque había discípulos suyos más ortodoxos que él
mismo y él respondió: "La época cambia y el psicoanálisis también cambia”.
Esto se siente, se palpa, se verifica y se comprueba en
los consultorios, en las distintas instituciones ya sea de salud, de justicia,
de educación, en los medios de comunicación, en la tecnología, en la
conformación de las familias. Las épocas cambian y esto conlleva infinitas
consecuencias en todos los órdenes de la vida.
Al pensar en los procesos adolescentes, operación
necesaria y decisiva para entrar en la adultez, no podemos dejar de lado el
contexto socio cultural en el que se inscriben. La vida cotidiana es un lugar
estratégico en este tiempo de recapitulación y reinauguración del
psiquismo singular.
La época que nos toca vivir es el escenario que afecta a
los jóvenes y que implica reconocer la
contingencia como invariable de todas las actividades dela vida.
A pesar de los innumerables cambios que se producen, como
mencionábamos al comienzo de la clase, y a pesar de que también han cambiado
los modos de presentación de los sujetos al momento de consultarnos, hay algo que siempre permanece y es lo que
hace posible nuestras intervenciones como analistas. Me refiero al sujeto y a
su modo particular de relacionarse con su deseo.
El modo en que el sujeto fue alojado en el deseo del A y
en función de los recursos simbólicos
con los que cuenta, le permitirán articular su modo de respuesta a la pregunta por el qué
quiere mi madre, que es el modo que toma la pregunta por el deseo del A en los primeros tiempos de subjetivación.
En relación a nuestras
primeras intervenciones cuando llega un paciente a la consulta, ya sea
un adolescente o un adulto, nos surge la
pregunta acerca de cómo hacer para que la posición sintomática en la que llega
se transforme en una pregunta del sujeto.
Muchas veces recibimos sujetos, especialmente durante la
adolescencia, donde la mostración de lo
real es tan obscena que, en principio, nuestras
intervenciones apuntarán a velar ese real. La pregunta que nos guía es
cómo responde ese sujeto en particular a la pregunta por el deseo del A. El
sujeto podría estar respondiendo con su cuerpo al fantasma materno, así como al
goce de la madre o a la angustia de los padres.
Hay algo a destrabar, a descongelar y situar de otro modo.
Es importante considerar que los relatos pueden tener más de una versión y que
cada sujeto deberá encontrar o inventar la suya propia.
El dar lugar a otra versión permite al sujeto posicionarse
de un modo distinto frente a la misma escena. No debemos olvidar que se trata
de significantes y no de significados.
Es fundamental que en este proceso adolescente haya ahí un
adulto que soporte los tiempos de este proceso
donde impera el acoso insistente de la pulsión y que este acompañamiento
por parte del adulto sea paciente, sin entrar en situaciones de ansiedad que
muchas veces lleva a los padres a pedir medicación psicofarmacológica para sus
hijos a fin de acelerar la “cura”.
Esta búsqueda de medicalización deja la palabra reducida a
un mensaje cifrado ,el síntoma se
coagula en un signo y el nombre de la enfermedad o síndrome rotula y otorga
consistencia al sujeto donde el despliegue discursivo queda congelado y
detenido para priorizar su enfermedad más del lado de la psiquiatría o de la psicología.
Desde el psicoanálisis pensamos que el A es vital tanto para el cuidado y la
subsistencia del sujeto en tanto viviente como para su constitución subjetiva.
Este A no
necesariamente está encarnado en los padres. Por eso hoy hablamos de familia
ampliada considerando la escuela, los Hogares, los profesionales de la Salud
Mental como aquellos que suplen de algún
modo las funciones fallidas de la familia. Siguiendo a Eric Laurent, decimos
que no existe niño sin institución ya que es desde allí donde, en muchos casos, se efectivizan las funciones
paterna y materna que exceden el marco de lo netamente biológico y que apuntan
al terreno de lo pulsional.
Es necesario que el sujeto esté alojado en un discurso, en
un lazo social, en un lugar en el A que suponga algún sujeto. Cuando el adulto no
logra sostener un lazo social que pueda alojar al adolescente aparece en muchos
casos la manifestación de la violencia entendida como pura pulsión, como un
efecto de la segregación. La actitud violenta puede ser una respuesta a quedar
segregados y excluíos del A.
La violencia es estructural, inherente al sujeto. Es una
manifestación de la pulsión de muerte presente desde el origen de la vida.
Desde los primeros tiempos de constitución Lacan sitúa, en el estadio del espejo, el origen de la
violencia en la relación imaginaria y agresiva en la que el yo, en tensión
especular con la imagen del semejante, se forma.
En Tótem y Tabú, Freud también señala que la renuncia al
ejercicio de la violencia (estructural) es necesaria para el ingreso a la
cultura ubicando al superyó como heredero de la renuncia a la satisfacción. Se trata de una transformación
y una limitación necesaria sobre la pulsión para poder sostener un lazo social
con el semejante tanto a nivel personal, familiar y social.
En la conferencia 34 de “Nuevas lecciones introductorias “,
Freud también menciona la necesidad por parte del niño de dominar sus instintos
.Dice “…Es imposible dejarle en libertad de seguir sin restricción alguna sus
impulsos. La educación tiene que forzosamente inhibir, prohibir y sojuzgar”…”la
educación tiene que buscar su camino entre el escollo del dejar hacer y el de
la prohibición .Se tratará de decidir cuánto se puede prohibir, en qué épocas y
con qué medios.”
En una entrevista que le hace el diario “La Nación “a Eric
Laurent en el año 2008, él dice lo siguiente:…”Los chicos pueden sentirse
abandonados a sí mismos y a su propia violencia. Hay algo vinculado a la
condición humana en esta violencia (…) Hay que encontrar nuevos modelos que
ayuden a la juventud a atravesar la adolescencia. La culpa es nuestra, no de
los niños y jóvenes. No hemos sabido inventar los rituales apropiados que puedan
ayudar a un joven violento a encontrar una salida que no sea autodestructiva o
destructiva para los demás”.
En el libro “El niño, objeto a liberado”, Eric Laurent nos dice que la función paterna, función del
Nombre del Padre, es una función del tipo
“poner un freno al goce”. Pero no es una función de la que se desprende
simplemente una prohibición. Poner un freno al goce es también poder abrir al
sujeto una vía que no sea la de un empuje a gozar mortal,
autorizar una relación confiable con el goce.
En la misma línea, Lacan en el Seminario 22 presenta otra
versión del padre como aquél que puede transmitir a sus hijos cómo arreglárselas con un goce
que no es enteramente fálico, un padre que transmite su propia solución. Se
trata de lo que un padre puede transmitir a un hijo y que no es una
prohibición. Se articula así el amor a
la función paterna.
En el Seminario 5, encontramos una primera versión del padre
en los tres tiempos de la metáfora paterna .Padre que transmite una ley, padre
prohibidor, estableciendo una doble prohibición, tanto al niño como a la madre
en relación al objeto de goce. Esta función del padre se pondrá en juego en la
pubertad y adolescencia “si los
chanchitos no se lo comen”. Será el momento para poner en juego los títulos que
el sujeto lleva en el bolsillo.
Pero la mera sanción burocrática no articula nada del deseo
y del amor. Por eso es muy interesante
la vuelta que da Lacan en el Seminario 22 donde el padre puede
transmitir algo en relación a cómo arreglárselas con su propio deseo y
autorizar una relación confiable con el goce.
Para terminar me gustaría citar nuevamente a Eric Laurent
en su libro “El sentimiento delirante de la vida” donde dice que el
Psicoanálisis, con su apuesta radical por la singularidad, introduce un
desorden en las clasificaciones. De lo que se trata en todo ser humano es de
cómo orientarse para usar su cuerpo, para usar
el lenguaje y para relacionarse con el otro sexo. Así como también de
ver cómo se las arregla un sujeto para seguir deseando.
El padre ofrece una versión sobre cómo arreglárselas con
estos asuntos pero siempre falla.
La tarea del Psicoanálisis es acompañar al sujeto
contemporáneo en la invención de las ficciones necesarias para ordenar los
nuevos problemas de la civilización. Al ser hoy el mundo menos estándar que
nunca se confía menos en la tradición y
es por eso que también permite que las invenciones de los sujetos no estándar
puedan encontrar un lugar.
El Psicoanálisis se presenta como una salida posible en
un intento de realojar a los sujetos en un lazo en tanto le ofrece una ley de
otro orden: una ley que es un instrumento para organizar y pacificar las
exigencias caóticas con satisfacciones perentorias y contradictorias entre sí.
El sujeto necesita reorganizar esto para lograr satisfacciones más viables y
soportables. El análisis implica una alternativa diferente en tanto puede
alojarlos en esa articulación de la prohibición y la autorización vía el amor
que el discurso propone.
Adriana Nisenbaum
Abril 2016
Contacto: adrinis@hotmail.com / 1558186352
Contacto: adrinis@hotmail.com / 1558186352
Bibliografía consultada:
Sigmund Freud: “Tres ensayos para una teoría sexual” “Metamorfosis
de la pubertad” Tomo 2 Obras Completas. Ballesteros.
Sigmund Freud: “Tótem y Tabú”. Tomo 2.Obras Completas.
Ballesteros.
Sigmund Freud: “Nuevas Lecciones Introductorias”,
Conferencia 34, Tomo 3.Obras Completas. Ballesteros.
Jacques Lacan: “El estadio del espejo como formador de la
función del yo (je)tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica
.Escritos 1.Editorial Siglo 21.
Jacques Lacan: Seminario 5.Clases del 15, 22 y 29 de
enero de 1958. Editorial Paidós.
Jacques Lacan:” Dos notas sobre el niño”. Intervenciones
y textos 2.Editorial Manantial.
Eric Laurent: “El niño objeto a liberado”.
Eric Laurent:” El sentimiento delirante de la vida”.
Eric Laurent: Entrevista realizada por del diario “La Nación” del año 2008.
Eric Laurent: “El niño y su madre”.